Hoy os voy a hablar de el ecógrafo que tengo en la consulta, ya que a pesar de que es un medio de diagnóstico espléndido, no goza de la popularidad que se merece.

Con él se puede hacer una primera aproximación del alcance de la mayoría de las lesiones, ya que casi todas las consultas de la gente relacionadas con dolor, suelen ser lesiones de partes blandas y no fracturas o lesiones evidentes en una radiografía.

Con suerte, cuando te ve el médico te hacen una radiografía, con la cual dictaminan que no tienes nada roto, por consiguiente estás bien, je, je…

La pregunta después, ¿porqué me duele si no tengo nada?

Lesión de tejido blando, que en la mayoría de los casos pasa desapercibida a no ser que sea muy estrepitosa.

Ahí es donde con un buen ecógrafo y un buen diagnóstico fisioterápico (sí hacemos diagnóstico, fisioterápico claro, aunque a algunos no les guste) podemos determinar la pauta a seguir con fisioterapia o mandarle al médico si es menester.

La ecografía es válida para explorar el hombro (supraespinoso, infraespinoso, subescapular, bíceps…; la rodilla en la mayoría de lesiones; roturas musculares, ligamentosas, tendinosas; muñeca; mano; tobillo; cadera…

En conclusión, un medio barato y sin efectos secundarios para poder ser preciso con los diagnósticos y no radiarnos innecesariamente.