Hoy os voy a hablar de la acupuntura y alguna de sus aplicaciones en fisioterapia.

Casi todo el mundo ha oído hablar de la acupuntura y lo relaciona con agujas y con la cultura oriental. En efecto, los primeros orígenes datados son de China, pero esto no es lo que nos va a ocupar hoy.

Dentro del mundo de la fisioterapia encontramos diferentes técnicas que tratan de conseguir relajación, eliminar el dolor…., el uso de agujas de acupuntura, aún siendo una técnica invasiva puede resultar muy útil a la hora de manejar sobre todo este último.

Cuando los pacientes me preguntan de qué forma actúan las agujas, trato de simplificar y dar unas explicaciones alejadas de tecnicismos y occidentalizadas como las que voy a dar ahora.

En primer lugar, la aguja en sí no tiene un gran poder, lo que provoca realmente, o al menos lo que a día de hoy se ha conseguido demostrar de manera científica es una reacción antiinflamatoria a nivel local, es decir, nuestro organismo manda sustancias antiinflamatorias naturales que tratan de paliar el efecto que la aguja genera al ser introducida en el cuerpo.

No deja de ser una micro herida que quiere ser reparada de inmediato y nuestro organismo actúa en consecuencia.

En segundo lugar, atendiendo a una de las propiedades mecánicas que tienen las fascias (colágeno y elastina), la aguja genera en un primer momento una retracción de este tejido conectivo, probablemente como reacción defensiva.

Tiempo después, si la colocación de la aguja es correcta, dependiendo de la técnica y el fin hay una tendencia a expulsar la aguja como elemento extraño por parte del tejido. Lo cual genera una reacción de relajación en los tejidos fasciales y por consiguiente en los músculos.

Espero que con estas breves explicaciones se entienda un poco mejor el funcionamiento de las agujas en el cuerpo humano. Si a alguien se le antoja demasiado escueto, le invito a ampliar la información escribiendo algún comentario a través de ALAMOBLOG.